viernes, 18 de enero de 2013

Gatohólica

Embriágame. Dame tu veneno, dulce como el carbón que dejan los reyes bajo tu árbol de Navidad. Porque nunca has sido especialmente bueno.
Todos tus tatuajes, tus libertades, las cosas que has visto, las calles que has recorrido, esos lugares en los que has estado, tu manera de ser, salvaje y, a la vez, que se deja domesticar. Eso es lo que me enamora. Eso es lo que me gusta de tí. Que eres intenso y suave, como la mantequilla de cacahuete.

Embriágame. Hazme borracha de ti. Alcohólica de tu cuerpo. Gatohólica. Dame tu amor para beberlo y usarlo como maná. Dame la vida en un "te amo" o quítamela en un "vete!. Y, aún así, la vida me la das, los motivos para luchar.
Aunque te canses y vengan miles de días grises.
Porque por ti vale la pena. Por ti, la batalla, perdida o ganada, valdrá la pena.

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