Recordando el brillo
en tus ojos,
planteándome verte
otra vez,
mi mente, cual cuervo de Poe, repetía
"nunca más".
Recordando la
melancolía que paseabas por mis rincones,
pensando en
aliviarte,
mi mente, cual cuervo
de Poe, repetía "nunca más".
Y fue sabio recordar
que te he perdido,
mas, en este hastío,
quise volverte a encontrar.
Mi mente, cual cuervo
de Poe, me repetía "nunca más"
Y tal vez el vacío de
no volvernos a ver hizo,
de este recuerdo, un fugaz tango de Gardel.
Mi mente, cual cuervo de Poe, repetía
"nunca más"
Decidí no llorar por
escuchar a ese cuervo, ni volverme loca,
ni irte a buscar,
porque sabía que mi cuervo no se equivocaba...
Cuando repetía, como en Poe, aquel bendito
"nunca más".
No hay comentarios:
Publicar un comentario