viernes, 19 de julio de 2013

Vengo


Vengo de esa generación sin nombre,
De donde las cosas más simples nos hacen perder el norte.

Vengo con aquella puta brisa
Y no me tiembla el pulso, pero siempre la sonrisa.

Vengo de las paredes de mi cuarto
Que tantas veces me vieron derrumbarme llorando,

Vengo de donde no existen los ‘peros’
Y que de donde vengo es aquello cuanto quiero.

Vengo de ese mundo de fantasías
De todos esos días llenos de llanto y cenizas,

Vengo de donde no existe el rendirse,
De donde aunque fallemos sabemos que todo sigue

Vengo del mismo lugar que tú,
La historia, el pasado es un simple deja vú

Vengo de donde  nos escondimos
A llorar lágrimas secas para así sentirnos vivos

Vengo y atado a mí traigo un poema,
Quizás un par de rimas que no valieron la pena.

Vengo de donde el humo es el aire
De donde hay que continuar si no quieres desplomarte.

Vengo con kilómetros recorridos,
Trazando un camino, una línea hacia mi destino

Vengo de donde no existen caretas,
De donde dicen que ya se acabaron los poetas.

Vengo de cada rincón de este cuento
De donde nacen las historias que muy pocos vemos.

Vengo de donde todo se hace agua
Quizá me destruí  pero sé que habrá un mañana.

Vengo de donde los nervios no sirven
No somos más que títeres jugando al escondite

Vengo del rebaño equivocado,
Caminando contigo para seguir avanzando.

Vengo sabiendo que hoy no será ayer
El pasado es un tema que no consigo entender.

Vengo llenando el sol de cicatrices,
De esas mañanas grises que sirven pa’ ser felices.

Vengo de donde llaman a la puerta
De donde dan las gracias tras oír la reprimenda.

Vengo de esa generación que aprende
A buscarse la vida, a caminar contracorriente.

Vengo de tus recuerdos más amargos,
Pásame otro piti y vamos a sincerarnos.

Vengo de donde existen las dudas,
de donde aprendimos a vivir junto a la luna

Vengo de mil noches en vela
Rogándole al cielo cada nueva primavera.

Vengo de mil razones a lo lejos
Buscando la felicidad más allá de estos huesos.

Vengo de donde no hace falta ser rico,
De donde cada cual tiene que buscarse el guiso.

Vengo de cada lágrima de mis amigos
De cada cicatriz y cada trago que vivimos.

Vengo de entre humos y fantasmas,
De donde puedo esconderme de esa extraña luz del alba.

Vengo refugiándome entre las sombras
Para que no me toque la realidad de tu boca.

Vengo de donde gritan que no podemos
Y donde cada día luchamos por ver cómo hacemos.

Vengo de ese mismo lugar que tú
De ese mundo extraño al que hoy llaman ‘la juventud’.

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